IGg Noticias

  • En territorio mexicano el eclipse total transitará por el sur de Sinaloa y porciones centrales de Durango y Coahuila

Después de una espera de 33 años, en gran parte de México será visible un eclipse total de Sol el próximo 8 de abril, que entrará por el Pacífico y cubrirá un 40 por ciento de la superficie terrestre. Y podrá observarse en su totalidad en algunos estados del norte del país, mientras que en el resto del territorio se verá de forma parcial.

El doctor Armando García de León Loza, académico del Instituto de Geografía (IGg), explica que este fenómeno astronómico ocurre cuando se alinean los centros del Sol, la Luna y la Tierra (en ese preciso orden) en un momento cercano a la fase de Luna Nueva, donde la Luna eclipsará al Sol –dejando ver sólo su corona exterior– y se proyectará una sombra sobre la superficie terrestre. Y a plenitud del día se oscurecerá por algunos minutos.  

A pesar de que este fenómeno ocurre más allá de la atmósfera, también tiene un componente geográfico una vez que se proyecta sobre la Tierra. En México el eclipse solar entrará por la ciudad de Mazatlán (Sinaloa) transitará por Durango y Coahuila, en estos tres estados del norte del país la visibilidad del eclipse será total. Mientras que la parte central máxima de este eclipse será en la ciudad de Nazas, Durango, y tendrá una duración de 4 minutos y 28 segundos. La franja de totalidad del eclipse cubrirá 197 kilómetros de ancho.

El eclipse solar comenzará aproximadamente a las 10:55 (hora local de la Ciudad de México) cuando la Luna toque el borde poniente del Sol; llegará a su máxima fase alrededor de las 12:14 horas; y terminará a las 13:36 horas.

En esta ocasión las ciudades con más habitantes que serán testigos de este importante evento celeste y donde se observará como eclipse total son: Victoria de Durango, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo; y en el estado de Coahuila la franja de totalidad incluye a las ciudades de Torreón, Monclova y Piedras Negras.


En el mapa se observa los horarios y el porcentaje de ocultación solar que podrá observarse en el territorio nacional.

Imagen: cortesía Dr. Armando García de León Loza 


Fue el 11 de julio de 1991 cuando tuvo lugar el último eclipse total de Sol visible en el país y los habitantes de la Ciudad de México pudieron apreciarlo en su fase de totalidad, provocando que el día se convirtiera en noche por algunos minutos. Sin embargo, esta vez el eclipse será visible de forma parcial y sólo se observará un 75 por ciento de ocultamiento de la superficie solar.  

En entidades como Michoacán, Querétaro e Hidalgo el porcentaje de ocultación de la superficie solar será de 80 por ciento; mientras que en algunas ciudades de Nayarit, Colima, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas y Nuevo León la ocultación será superior al 90 por ciento.  

El eclipse en forma parcial también será visible en la mitad oriental del Océano Pacífico; en el sur de Alaska y la totalidad de Groenlandia, Canadá, Estados Unidos, México y América Central, incluyendo el extremo norte de Colombia.


Entre el asombro y la observación

Armando García de León, fue asesor del Instituto de Astronomía de la UNAM y responsable de elaborar las secciones relacionadas a fenómenos astronómicos que se incluyeron en el anuario del Observatorio Astronómico Nacional. Y encabezó un proyecto para calcular los eclipses solares visibles en México entre los años 1980 y 2000.

El doctor en Geografía presenciará su cuarto elipse total de Sol. En 1970 tuvo la oportunidad de ver el eclipse solar que fue visible en Oaxaca; en 1979 en medio de un paisaje nevado en Canadá admiró su segundo eclipse; y años más tarde en julio de 1991 fue testigo del eclipse que oscureció a la Ciudad de México.  

El universitario explica que además del asombro ante este fenómeno astronómico existen otras particularidades y efectos ópticos del paisaje que se podrán observar sólo en las zonas donde el eclipse sea total. Uno de los más notorios, a simple vista, será el oscurecimiento parcial o total, conforme vaya avanzando el ocultamiento del disco solar la luminosidad diurna disminuirá hasta llegar a una notable oscuridad.

Otros efectos excepcionales que serán visibles, siempre y cuando se tenga un cielo despejado, en las regiones donde el eclipse sea total son: la aparición de sombras volantes, la llegada de la sombra de totalidad, la formación del anillo de diamantes y perlas de Baily (puntos brillantes de luz que aparecen alrededor de la Luna momentos previos y posteriores al eclipse solar).  

En el ambiente también se hace presente la proyección del eclipse a través de las hojas de los árboles de manera natural, que se pueden apreciar a simple vista. Otra de las peculiaridades que se observarán será el cambio de temperatura, ya que a medida que el eclipse vaya avanzando la temperatura descenderá de manera notable.

En las regiones donde el eclipse sea total, al oscurecerse la bóveda celeste –a pesar de que no haya un oscurecimiento total del horizonte–, el académico del IGg comenta que existe la posibilidad de que logren observarse otros astros cercanos al Sol como Júpiter y Venus, además del cometa 12P/Pons-Brooks.

Este eclipse será una oportunidad única para que la población mexicana pueda presenciar uno de los fenómenos más espectaculares, pero con las debidas precauciones para evitar daños en la vista. Y esperar hasta el año 2052 para el siguiente eclipse total de Sol en territorio nacional.   



Jessica Guzmán Hernández

2024-04-06