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  • La transformación de la política migratoria en Estados Unidos ha empeorado la situación de los migrantes
A poco más de un año de que Donald Trump asumiera como presidente de Estados Unidos se siguen agravando las manifestaciones de "una clara política racista, donde lejos de reconocer a los migrantes como trabajadores explotados, se les atribuyen una serie de males", señaló el doctor Guillermo Castillo, investigador de Departamento de Geografía Social del Instituto de Geografía (IGg). 

Con el objetivo de reflexionar sobre los procesos de movilidad humana transfronteriza y la política migratoria, en el IGg se realizó el conversatorio La política migratoria en la era Trump, las deportaciones y la migración de retorno, que contó con la participación de investigadoras del Instituto Mora, El Colegio de México y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). 

Las políticas migratorias de Trump no han sido favorables para los migrantes y muchas de éstas tienen sus antecedentes en gobiernos anteriores, aunado a su iniciativa de extender el muro fronterizo entre México y Estados Unidos, que inició en la década de los años setenta en la zona de Baja California. Y desde entonces en el discurso se ha generado la idea de que "los migrantes pueden ser una amenaza a la seguridad", indicó la doctora Liliana Rivera, de El Colegio de México. 

Para entender la situación actual que viven los migrantes, la doctora Leticia Calderón, del Instituto Mora, explicó que es importante retomar algunos factores estructurales que han incidido como la crisis económica que vivió Estados Unidos en 2008; las iniciativas legislativas después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, "que generó una dinámica de alta movilidad entre los migrantes de unas ciudades a otras en Estados Unidos" y el retorno de migrantes mexicanos. 

Reconfiguración
Las académicas señalaron que en el gobierno actual se han registrado un mayor número de encarcelamientos -y cada vez más violentos- comparados con la administración de Barack Obama. Además de un cambio discursivo en el que ahora los migrantes son catalogados como "criminal alliens" (extranjeros criminales), señaló Leticia Calderón.   

Y en este contexto, hay una reemergencia de las acciones antiinmigrantes y actitudes xenófobas de los grupos de extrema derecha; y a su vez estas acciones intervienen no sólo en la discusión de las iniciativas legislativas sino también en el contexto social de Estados Unidos. Esta criminalización hacia los migrantes no sólo se queda en Estados Unidos sino también alcanza a México, donde "se ve a los deportados como criminales", refirió la doctora Magdalena Barros, investigadora del CIESAS.

En términos de las acciones adoptadas por la nueva política migratoria de Donald Trump, las investigadoras indicaron que es importante considerar que existe un universo de migrantes. Y una parte está integrada por los llamados dreamers -que llegaron a Estados Unidos siendo niños- y que de acuerdo con Leticia Calderón sólo representa el 10% de la población migrante sin documentos.

Durante el gobierno de Barack Obama se implementó una política que protegía de la deportación a los dreamers por medio del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en 2017 Trump anunció el fin de este programa y más de 19 mil jóvenes se han quedado sin DACA.

Retorno de migrantes
Las políticas restrictivas de control migratorio han agravado las acciones contra la comunidad migrante sin documentos asentada en Estados Unidos. De acuerdo con Liliana Rivera a partir del año 2000 se registró un incremento en el retorno de mexicanos, que principalmente regresaron a los estados con una tradición migratoria como Jalisco y Michoacán. Entre los años 1995-2000 más de la mitad de los migrantes se asentaron en la región centro y occidente de México, mientras que una cuarta parte regresaron al norte del país con la esperanza de volver a Estados Unidos.

En el caso del retorno, en la mayoría de los casos se trataba de migrantes que volvían voluntariamente después de terminar su vida productiva. Sin embargo, hoy en día han aumentado las cifras de deportados jóvenes, que en promedio tienen 31 años de edad y que enfrentan como principal problema la reinserción laboral en México. 

Las académicas destacaron que la deportación de migrantes ha sido genérica y racializada, uno de los sectores más vulnerables han sido los grupos de origen indígena, "la última oleada que llegó a partir de los años noventa a Estados Unidos", indicó Magdalena Barros. Y en su mayoría son población masculina. 

Otra de las variables a considerar es que los migrantes no siempre retornan a sus lugares de origen. Y en este sentido, existe un patrón de asentamiento diferenciado entre hombres y mujeres, en donde ellas buscan establecerse en ciudades de más de 100 mil habitantes con el objetivo de reinsertarse al mercado laboral. Los migrantes retornados se concentran principalmente en las zonas metropolitanas, en los estados de Puebla, Guerrero, Veracruz y el Estado de México. 

Debido a que la mayoría de las familias migrantes tienen un estatus legal mixto, cuando alguno de los miembros es deportado se enfrentan a una situación de fragmentación familiar. La discriminación y racismo al que son susceptibles los migrantes ha generado reacciones de miedo, pero también de activismo por parte de algunos sectores de la población, sobre todo de mujeres.    

Leticia Calderón señaló que si bien en México se celebra el activismo de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, esta situación implica verse en el espejo y ver la lógica migratoria del país, que hasta cierto punto resulta incongruente considerando que el Artículo 33 de la Constitución Mexicana prohíbe la manifestación política a los extranjeros.

Cambios en la economía y geopolítica mundial
Como parte de estas actividades de reflexión en torno a la migración y los procesos globales, el doctor Christof Parnreiter, profesor de la Universidad de Hamburgo, impartió la conferencia Trump y el caos del sistema geopolítico mundial, en donde habló sobre la globalización y el declive de la supremacía de Estados Unidos en la economía mundial.

El investigador destacó que en las últimas décadas el capitalismo no ha funcionado bien para Estados Unidos, que se encuentra lejos de la hegemonía que alcanzó en los años 60 y 70. Y actualmente hay una reorientación de las actividades económicas hacia Oriente, con una participación importante de China. 

Señaló que "el capitalismo es un sistema dinámico" que va cambiando. Y muestra de este dinamismo es que mientras Estados Unidos ha perdido presencia en las exportaciones de bienes y servicios en el ámbito global y en otros sectores, al igual que Alemania y Reino Unido, China cada vez tiene una mayor participación en la economía mundial.   

Christof Parnreiter explicó que para el sistema capitalista resulta útil mantener la organización económica global combinada con la organización política estatal, porque de esta manera permite ocultar el intercambio desigual y contribuye con la estabilidad de la política del sistema. De ahí que las grandes industrias, como la automotriz y manufacturera, busquen una presencia global porque les permite pagar salarios más bajos por el mismo trabajo. 
   


Geografía Noticias

2018-04-18